18 de noviembre de 2010

Sibil.la

COLL ANTONI. Quan pels carrers encara no hi havia cotxes i entrava a les cases amb in "Ave María Purísima", temps on encara l'ullastre es doblegave i un parell, de monjes i capellans ens disenyaven en l'imaginari infantil un món ple de sants, verges i àngels. Jo era escolanet.

De tot aquest temps men record de tres fets que romanen gravats al meu patrimoni emocional.

Dos son funerals; el de Franco, amb l'església a vesar i els semblants de la gent tristos i el funeral del meu padrí, amb la càrrega emocional que això comporta.

El cant de la Sibil.la és el tercer.

El dia de Nit Bona, a la misa de gall, hi havia galtades entre els escolans per servir la misa, no ho recors massa bé, però un parell de vegades me va tocar i vos asegur que l'emoció de sentir, que no escoltar, el cant de la Sibil.la per una nina que encara no l'hi havia canviat la veu, amb l'espasa entre les mans, encara m'emociona.

El fet que la Unesco hagi declarat aquest cant com a patrimoni inmaterial (¿que deu voler dir això?) de la humanitat, ha refrescat aquells moments feliços de la meva infantesa i esper que a altres nins d'arreu del mon els ajudi a crear-los.







El Cant de la Sibil·la és un dels drames litúrgics més antics que es conserven, havent perviscut fins als nostres dies a Mallorca o l’Alguer. El seu origen es remunta al món antic amb la figura de la profetessa que prediu el devenir. El cristianisme incorporà aquest personatge per anunciar l’arribada del Judici Final, aspecte recurrent durant les celebracions de Nadal a l’edat mitjana. Dins els temples, com fou el cas de la catedral de Girona, els cants de la sibil·la eren interpretats per un nen amb vestimenta femenina.



El cant de la Sibil·la

(Popular mallorquina)


El jorn del judici
parrà el qui haurà fet servici.
Jesucrist, Rei universal,
homo i ver Déu eternal,
del cel vindrà per a jutjar
i a cada un lo just darà.
Ans que el judici no serà,
un gran senyal se mostrarà:
La terra gitarà suor
i tremirà de gran paor.
Terratrèmol tan gran serà
que les torres derrocarà;
les pedres per mig se rompran
i les muntanyes se fondran.
Los puigs i plans seran igual.
Allà seran los bons i mals,
reis, ducs, comtes i barons,
que de sos fets retran raons.
Gran foc del cel davallarà,
mar, fonts i rius, tot cremarà.
Los peixos donaran gran crit,
perdent son natural delit.
El sol perdrà la claredat,
mostrant-se fosc i alterat;
la lluna no darà claror
i tot lo món serà tristor.
Après vindrà, terriblement,
lo Fill de Déu Omnipotent:
de morts i vius judicarà;
qui bé haurà fet, allí es veurà.
Als bons dirà: -Fills meus, veniu,
benaventurats, posseïu
el regne que us està aparellat
des que el món va ésser creat.
Als mals dirà molt agrament:
-Anau, maleïts, an el torment;
anau, anau al foc etern
amb vostro príncep de lo infern.
Humil verge qui haveu parit
Jesús infant en esta nit,
vullau a vòtron Fill pregar
que de l'infern vulga'ns lliurar.
El jorn del judici
parrà el qui haurà fet servici.


13 de septiembre de 2010

La isla de los delfines azules

Cierta noche buscaba algo para leer, mientras mi nena conciliaba el sueño, cayó en mis manos a sugerencia de mi esposa esta especie de novela juvenil, y yo ya en mi cincuentena. Se trata de un libro de aventuras sin grandes pretensiones, si bien decir que ganador del premio Andersen, así como de la medalla Newbery.



Publicado en 1960, precisamente este año se cumple el 50 aniversario de su escritura. Relata la historia de Karana, hija del jefe de una pequeña tribu que vivió en una reducida isla del Pacífico.  Un día son atacados por unos cazadores de nutrias, más de la mitad de los hombres sucumben al ataque, al cabo de un tiempo el jefe del clan restante toma la decisión de abandonar la isla. Karana también desea irse, pero su hermano se ha quedado en la isla, ella regresa a nado, y así comienza una peripecia de 18 años en solitario, dado que al poco tiempo su hermano Ramo es atacado por unos perros salvajes y muere.

Este libro me recordó otros que leí de más jovencito, como Robinson Crusoe de Daniel Defoe, ¿quién no lo habrá leído?, en que se relata la aventura verídica del marinero Selkirk,  castigado al abandono en una isla desierta.

Su autor Scott O'dell narra de forma muy descriptiva, los esfuerzos de Karana, para conseguir alimento, proporcionarse un lugar donde guarecerse, sus pretensiones de abandonar la isla, sus pensamientos, sus ilusiones, en definitiva su lucha por la supervivencia.

Uno no puede evitar pensar como actuaría en similares circunstancias, sin duda mucho peor, destinado irremediablemente a una muerte segura en pocos días, sin embargo Karana haciendo uso de sus dotes de observación cuando niña, de todo lo que se desarrollaba en el quehacer diario de su tribu, a su completa adaptación al medio desde su nacimiento y sirviéndose de esa experiencia, sale victoriosa de esa terrible experiencia.


La novela está basada en la historia real de esta valiente india , que permaneció sola durante dieciocho años en la isla de San Nicolás, frente a las costas de California, antes de ser rescatada en 1853. Este hecho ha despertado mi curiosidad y me he permitido indagar sobre el mismo.


Una vez rescatada,  le pusieron el nombre de Juana María, según he podido averiguar jamás encontró a los pocos componentes de su tribu que abandonaron la isla años antes, ninguno de los indios miembros de otras tribus que la visitaron pudieron comprender su idioma. Al parecer pasó el resto de su vida en la zona de Santa Bárbara (California), vida desgraciadamente muy corta, ya que murió a las pocas semanas de su rescate, debido a una de las enfermedades del nuevo mundo, que no estaba presente en su isla, probablemente disentería.

Pienso que hay ahí toda una lección, sobrevivió durante 18 años en su isla desierta, pero sólo unas pocas semanas en la civilización.

Murió en 1853 sólo seis o siete semanas después de su "rescate". Un sacerdote de la misión le había bautizado en su lecho de muerte y le dió el nombre antes indicado de Juana María. Fue enterrada en la misión de Santa Bárbara. Su entierro es registrada en el libro de entierros de dicha misión por el padre González Rubio, como entrada # 1183. Dice:

"On October 19, 1853 I gave ecclesiastical burial in the cemetery to the remains of Juana Maria, the Indian woman brought from San Nicolas Island and, since there was no one who could understand her language, she was baptized conditionally by Fr. Sanchez."

Traducción :

"El 19 de octubre de 1853 dí eclesiástico entierro en el cementerio a los restos de María Juana, la mujer India traída desde la isla de San Nicolás y, dado que no había nadie que pudiera comprender su lenguaje, ella fue bautizada condicionalmente por el p. Sánchez ".


En 1928 se colocó una placa en su honor en el patio en la misión de Santa Bárbara. Es la última cosa que ves, cuando sales del cementerio de la misión.



Fragmento del libro :
"
...Ulape (era su hermana mayor) se hubiera reído de mí, y lo mismo el resto de la tribu. Pero el que más se hubiese divertido, con mi proceder, a buen seguro, habría sido mi padre. Y, sin embargo, así es cómo había llegado a sentir en mis relaciones con los animales que se convirtieron en mis amigos, y también con los que aún no lo eran, pero con el tiempo podían llegar a serlo.

Si Ulape y mi padre hubiesen aparecido riéndose, y todos los demás de la tribu otro tanto, aun entonces hubiera continuando procediendo del mismo modo. Porque los animales terrestres, los pájaros, son como la gente para mí ahora, aunque no hablen ni hagan otras cosas que nosotros podemos realizar. Sin ellos este mundo sería un lugar muy triste...
"
...Hoy es un día hermosísimo. Nunca he visto el océano tan en calma, y el cielo parece una concha de color azul.
¿Cuánto tiempo crees tú que va a durar?
"Rontu" seguía entonces mirándome de manera peculiar, como si entendiera mis frases, aún cuando, por supuesto, no se enteraba del significado de ellas.
Gracias a este sistema de dirigirme al perro conseguía aliviar la insufrible sensación de soledad que sentía. De no ser por "Rontu", ignoro lo que habría hecho...
"

El autor de esta novela, Scott O'dell  (May0 23, 1898 – Octubre 16, 1989)



Página del autor : http://www.scottodell.com/Pages/Biography.aspx/


Isla de San Nicolás
Si les apetece dejen un comentario, será bienvenido.

30 de agosto de 2010

El camino de Miguel Delibes

Acabo de leer este libro de Don Miguel Delibes, salvo fallo de mi memoria, solo había leído de él un libro, ‘ El Hereje ‘. ¡ me gustó !

Así como también me ha gustado ‘ El Camino ‘, pero de otra forma.

El Camino es un libro precioso, es la historia de tres niños de un pueblo de Castilla en los años 50, y me recuerda un poco mi primera infancia que transcurrió también al final de esa década, el entorno de un pueblo mallorquín y los paisajes evidentemente eran distintos, pero algunas sensaciones y vivencias fueron parecidas.

Ciertamente me vienen a la memoria algunas similitudes. Algunas partes del relato que hace es mi relato, tu relato , cambiando motes, paisajes, vecinos, el pueblo que describe bien pudo ser mi pueblo.

Me agrada de este libro de Don Miguel, su estilo castellano, sus extensas frases que hacen un dibujo de su Castilla, donde predomina el fondo sobre el lenguaje, es una de las lecturas más sencillas que haya leído.

Es una historia del día a día, centrada en las vivencias de tres niños, de unos tiempos que aún nosotros recordamos, pero que, poco a poco, irán quedando en el olvido, mis hijos por ejemplo jamás los habrán vivido ni por tanto recordado.

Es la crónica, sobre todo de una Castilla rural, narrada con cierta añoranza, y es que de la mano de Daniel el Mochuelo, vamos conociendo a cada uno de los peculiares habitantes de este valle castellano que tanto le entristece abandonar. Sin duda el paisaje de Don Miguel, y es que a raiz de esta lectura me he interesado por su vida, y he leído que en una entrevista que le realizaron en 1986 dijo... “A mí me agradan los espacios abiertos. Me gusta la naturaleza, y también me alegra conversar con mis semejantes uno a uno, dos a dos, o tres o tres, pero no más” . Yo podría afirmar “ Y a mi también, ja ho crec que si“


De esta lectura uno se da cuenta de que se puede hacer literatura escribiendo sencillamente de la misma manera que se habla. No le eran precisas las frases o construcciones complicadas, entiendo que Don Miguel Delibes huye de la grandilocuencia y de otros estilos pomposos.

No sé cuando leeré otra obra de este buen escritor ( y tengo la impresión que mejor hombre ), pero confío en que será más pronto que tarde.

Trozo de Texto (para mis recuerdos) :

…”Visto así, a la ligera, el pueblo no se diferenciaba de tantos otros. Pero para Daniel, el Mochuelo, todo lo de su pueblo era muy distinto a lo de los demás.

Con frecuencia, Daniel, el Mochuelo, se detenía a contemplar las sinuosas callejas, la plaza llena de buñigas y guijarros, los penosos edificios, concebidos tan sólo bajo un sentido utilitario. Pero esto no le entristecía en absoluto. Las calles, la plaza y los edificios no hacían un pueblo, ni tan siquiera le daban fisionomía. A un pueblo lo hacían sus hombres y su historia…. Y Daniel, el Mochuelo, sabía que por aquellas calles cubiertas de pastosas buñigas y por las casas que las flaqueaban, pasaron hombres honorables, que hoy eran sombras, pero que dieron al pueblo y al valle un sentido, una armonía, unas costumbres, un ritmo, un modo propio y peculiar de vivir…”
.
Si les apetece dejen un comentario, será bienvenido.

8 de agosto de 2010

La última niña del Sáhara

Reportage publicado en Diario de Mallorca, el 01/08/2010

( M.Victoria Toledo pasó su infancia en la zona saharaui bajo dominio español y aún recuerda la noche de su evacuación )
Vicky con su padre Tomás, delante de la iglesía y al fondo con puerta verde su casa.


MAR FERRAGUT. PALMA. Antes de irse los soldados cogieron a todos los perros del pueblo y los mataron. Victoria oyó los disparos desde la orilla. Tenía ocho años y recuerda con claridad esa terrible madrugada de noviembre en la que su niñez cambió de color. Aquella noche fue evacuada de La Güera, el pueblo del Sáhara español en cuyas calles ella creció libre y feliz. Su familia aguantó mucho allí, pero tuvo que irse cuando España perdió definitivamente el control de la zona, a finales de 1975. Victoria no se acuerda casi nada de los meses posteriores a esa noche, excepto que cada día preguntaba: "¿Cuándo volveremos?". De los seis años que pasó en territorio saharaui no se olvidará "nunca".


Victoria Toledo nació en Canarias y lleva siete años viviendo aquí, junto a su pareja que es mallorquín. Mira con nostalgia las fotos de colores gastados de aquellos años 60 del Sáhara, donde también se llevaban los pantalones de campana, los estampados psicodélicos y las gafas de sol gigantes. Su padre era pescador y en 1967, perseguido por una fuerte crisis, se trasladó a Nuadibú, en Mauritania, a uno de los mayores puertos pesqueros de la zona. La madre de Victoria era maestra y en 1969 pidió el traslado al cuerpo de maestros del Sáhara. Y así fue como la familia Toledo Molina empezó a vivir en África.

"¿Por qué la gente va con máscara?". Eso le preguntó Victoria a su madre cuando desembarcaron en Nuadibú. Era muy pequeña, tenía poco más de dos años, y no entendía por qué la piel de aquellas gentes era más oscura. Al poco tiempo de vivir allí, ya ni se daba cuenta de que la piel de su amiga marroquí Jutta era diferente de la de su amiga española Sonia. "No encontraba nada raro, para mí era de lo más normal ir todos juntos a la escuela", razona.

Pasaron un año en este pueblo mauritano antes de trasladarse a La Güera, donde su madre se convirtió en la directora de la escuela y donde su padre acabó estableciéndose como un próspero consignatario. El pueblo tenía alrededor de 2.500 habitantes, la inmensa mayoría saharauis. Muchos eran nómadas y vivían en tiendas.

De 1º a 5º curso los niños de distintas edades y procedencias iban todos juntos a la misma clase. Recuerda que a los árabes les revisaban cada día las uñas y la cabeza, para ver si tenían piojos. A las cinco, los españoles se iban a catequesis. Los saharauis se quedaban para recibir clases sobre El Corán. Después de la formación religiosa y porque su madre se empeñó, Victoria iba a clases particulares de lengua árabe. "Y no puedo acordarme de nada", se lamenta. Cuando se volvían más mayores, la mayoría de españoles mandaban a sus hijos a Europa para seguir estudiando. A los saharauis les sacaban de la escuela cuando ya sabían leer y escribir.

"Lo que más me gustaba era poder salir a la calle y hacer lo que me diera la gana", cuenta, "las puertas estaban siempre abiertas y casi no había ni un coche, ¡y había un cine!". El cine, eso sí, solo funcionaba por la tarde, durante aquellas cinco horas en que encendían el generador del pueblo. Porque en La Güera no había electricidad y en las casas no había neveras. En 1975, el último año en que el Sáhara Occidental estuvo bajo dominio español, el Gobierno "puso electricidad durante todo el día y hubo muchas mejoras". Pero la electricidad no servía para ahuyentar los rumores de combates que se oían de territorios no tan lejanos. No evitó que llegara la inquietud, los nervios. El miedo.

"Mi madre pedía información al Ministerio y nos decían ´no os preocupéis, no pasa nada´". En teoría, ´no pasaba nada´, pero a mediados del 75 los españoles empezaron a irse. Victoria fue la última niña española que quedó. La última niña de La Güera. Las primeras en marcharse fueron las mujeres, pero a su madre no la dejaron trasladarse por ser la directora del colegio. Por aquel entonces, llegó un destacamento con 300 soldados para proteger a los que aún estaban allí. Se ordenó toque de queda y a partir de las seis de la tarde La Güera ya parecía un lugar deshabitado, un pueblo fantasma.

"Aquellos meses no me gustaron", narra: "Mis amigos se fueron, rompieron la puerta de la iglesia y de la escuela y había manifestaciones por las calles con gente gritando ´¡españoles fuera!´". En aquellas manifestaciones había personas que antes habían sido amigos de su familia. Una noche llegó el teniente al mando del destacamento a su casa. Su padre le mandó que se encerrara en su cuarto. El teniente fue claro: "Nosotros nos vamos esta noche". Los Molina Toledo, evidentemente, también se fueron, así como los pocos compatriotas españoles que aún vivían allí. Todos comenzaron a hacer cajas rápidamente. Salvaron libros, ropa, las fotos, alguna documentación importante, algunos juguetes... Pero fue más lo que se quedó que lo que se pudieron llevar. Los llevaron en coche a la playa. Fue entonces cuando oyó los disparos, cuando mataron a los perros, cuando su infancia cambió.

"Los soldados eran críos, tenían 18 años, yo oí como lloraban por la noche, tenían miedo", relata. La Marcha Verde que inició el rey marroquí Hassan II a principios de noviembre de aquel año fue supuestamente una medida de presión pacífica para recuperar el territorio colonizado. Pero hubo bombardeos. Y hubo víctimas. "Sé de compañeros de clase míos que murieron", se lamenta Victoria, quien ha conocido en Mallorca a otras personas que pasaron por lo mismo que ella y que, más de 30 años más tarde, no quieren hablar del tema porque aún no han superado el trauma.

La noche en que dejaron África fue larga. Los soldados aprovecharon la oscuridad por seguridad. Pasadas las doce y ya en alta mar, tuvieron que trasladarse al buque Ciudad de Cádiz. Recuerda como alguien la levantó y la tiró por la borda. Su padre la recogió al otro lado. En ese barco, entre soldados y civiles, viajaban apiñadas más de 350 personas. Llegaron a Las Palmas, rodeados de fragatas militares, al día siguiente. Se acuerda de cómo bajó las escaleras del barco. Y de los siguientes cinco meses no recuerda nada. Los bloqueó, no se sabe si por el miedo vivido o por la nostalgia. Le contaron que su rutina diaria durante muchas semanas consistió en ir a la explanada del puerto a recuperar sus cosas de las miles y miles de cajas que se desembarcaron aquella mañana.

"Franco se moría, parecía que España estaba al borde de una guerra civil, Hassan II lanzó el pulso de La Marcha Verde, hubo guerras y escaramuzas, los saharauis se aliaron con la Argelia comunista y se pusieron a Estados Unidos en contra... todo el mundo lo hizo fatal". Y ellos, los Molina Toledo, que "ninguna culpa" tenían, tuvieron que "volver a empezar, otra vez de cero". Todavía pudieron refugiarse en casa de su abuela, pero otros repatriados no tenían donde caerse muertos. Tomás, el padre de Victoria, no pudo recuperar nada del negocio que había conseguido levantar de la nada con esfuerzo. El Gobierno español le dio 200.000 pesetas de indemnización. Pidió más, por todo lo que había tenido que dejar por la "descolonización forzosa", pero nunca se lo concedieron alegando que necesitaban justificantes de la compra del barco, el local, el transmisor de radio... Alegó que no habían tenido tiempo de coger toda esa documentación, pero el argumento no le sirvió de nada. Intentó volver a La Güera para recuperar cosas. Pero fue imposible.

Victoria tampoco ha vuelto desde entonces. Y se muere de ganas de ir, aunque el pueblo como tal ya no exista porque "todo quedó bajo la arena". El año pasado Victoria, que trabaja como veterinaria para el Govern, estuvo a punto de ir pero se quedó embarazada. Ahora tendrá que esperar a que la pequeña Nuria crezca un poco para poder enseñarle las calles por las que su madre fue tan feliz en aquel final de los años 60, ajena a fronteras, colonialismos, guerras de poder y soberanías. Espera poder volver pronto a ese trozo de África que un día fue español para buscar su antigua casa, la casa de la última niña española del Sáhara.

Autor :  Mar Farragut - Fuente: Diario de Mallorca
La Güera en : Wikipedia



OTRAS FOTOS DEL ARTICULO

Su madre junto a otras autoridades locales
Vicky con gafas, se asoma por la izquierda, su madre a la derecha con gafas y pañuelo

Vicky con gorra y entre los soldados que la evacuaron
La Güera en 1996 semi-derruida y abandonada

Imagen actual de Victoria con Nuria

19 de junio de 2010

Donde el corazón te lleve




Aprovecho mi primera entrada, en mi primer blog, creado con la idea de iniciarme en este espacio distribuido que son los weblogs, y practicar, ensayar, experimentar, todo ello con el fin de aprender para otros futuros blogs que pueda tener en proyecto.

Voy ha anotar un pequeño comentario acerca de una de mis últimas lecturas, recogida casi al azar de la muy poblada biblioteca de mi esposa, titulada 'Donde el corazón te lleve', es un libro realmente encantador. Cuenta una historia de vida realmente conmovedora.

El libro está protagonizado por una anciana, que vive en Italia y en la soledad de su hogar comienza a escribirle una carta a su nieta que vive en los Estados Unidos.

Mientras la anciana ve como su vida se está apagando y solo está acompañada por su viejo perro, decide escribirle a su nieta como ha sido y es su vida, hacerle un montón de confesiones que son realmente asombrosas.

La señora, tenía una relación muy tirante con su joven nieta y esta decide irse a estudiar a Estados Unidos, ella entonces decide analizar el motivo de su mala relación. La abuela se hizo cargo de su nieta cuando ella era muy jovencita ya que su madre, hija de la anciana, y con graves problemas personales, había decidido terminar con su vida. De esta carta salen todas las miserias y alegrías de una tipica familia de sociedad de los años 40-50.

Decide contarle sus amores y desamores, hablarle de cuanto la quiere y cuanto desea su felicidad, la anciana va relatándole sus últimos días.

Todo esto y mucho más... forman este libro interesante, triste y fácil de leer
Autora : Susanna Tamaro

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